Llueve en junio.

Empapándose de pies a cabeza.

02 agosto, 2007

Amanecer

(Continuación)

Dio un salto en la cama. Observó a su alrededor. Dos libros, de Donoso y Vargas Llosa, sobre el velador; el aroma a vainilla; la luz del sol colándose por las cortinas, amarillas, entreabiertas y la mitad de su rostro reflejándose en un espejo a la lejanía. Estaba en casa.

"Un sueño", pensó. "¡Una pesadilla!", aclaró. Apoyó sus manos en la cama y, sentada, giró sus pies hacia el suelo. Se puso las pantuflas, se abrigó con su bata y caminó hacia el baño. Cerró la puerta con cerrojo y se mojó la cara. El dolor de cabeza tras una noche de juerga no se lo quitaría ni una súplica a todos los santos.
A la lejanía escuchó el ringtone de su celular. Se secó el rostro, rápidamente, y corrió a su habitación a contestar.
"Es Julián", se dijo. El teléfono dejó de sonar, no alcanzó a contestar. "¡Mierda! ¿Qué hago?", gritó desesperada. "¿Será verdad? Entonces, ¿no fue una puta pesadilla? ¿No fue una estúpida invención de mi mente, como siempre? ¿Descontrol e imbecilidad a flor de piel?", se cuestionaba incesante.
"¡Bravo Elisa! ¡Bravo! ¿Ahora que harás y a quién le preguntarás? ¿En quién cresta confiarás sino puedes confiar ni en ti misma?", replicó lanzando un libro contra el espejo.
El trinar de los pájaros, la campana del gas y la risas de los niños zumbaban en sus oídos. Levantó un trozo de espejo del piso y lo apretó. La sangré comenzó a correr. Elisa se sintió ella, otra vez.

2 Comments:

  • At 8:54 p. m., Blogger Matías W. Rojas said…

    Aún no veo hacia dónde va la historia.

    habrá q leer que sigue.-

    bai bai.

     
  • At 10:26 p. m., Blogger Lugo said…

    Coincido con el contertulio anterior, demasiado misterio, ninguna respuesta. Creo que la idea no es tanto ocultar, sino la sorpresa de la revelación.

    pd: que triste, no podré seguir tu historia:P

     

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